viernes, mayo 30, 2008

DADORES DE SANGRE

Hola a todos. Necesitamos dadores de sangre A NEGATIVO y de cualquier otro grupo para Miguel dirigente de Nahuel Huapi, que va a ser operado la semana que viene. Para colaborar comuniquense por favor con Nieves al 154 230345 o por mail o fono conmigo.Muchas gracias a todos.
marcelo
slps

jueves, mayo 22, 2008

CORREGIR EL RUMBO

EDUCAR HOY
POR PEDRO J. BELLO GUERRA.
Periódico AM, Querétaro 11/05/08
ACM Qro

"Un barco de guerra patrullaba un sector especialmente peligroso del Mediterráneo. Había tensión en el ambiente. La visibilidad era escasa, con abundantes bancos de niebla, de modo que el capitán había decidido permanecer en el puente vigilando las actividades de la tripulación.
Poco después de anochecer, el vigía del puente anunció:
- ¡Luces a estribor!
- ¿Está inmóvil o se aleja! -gritó el capitán.
- Inmóvil, capitán -contestó el vigía.
Esto significaba que el barco de guerra se dirigía a otro barco, con el riesgo de una colisión.

El capitán dio órdenes al señalador:
- Señala a ese barco: estamos en ruta de colisión, corrijan ruta en 20 grados.

El otro barco hizo señales diciendo:
- Es mejor que sean ustedes quienes corrijan la ruta 20 grados.
- Transmite: soy un capitán, corrijan la ruta en 20grados -dijo el capitán.
-Yo soy un marinero de segunda clase - fue la respuesta-.
- Es aconsejable que corrijan la ruta en 20grados.
El capitán se puso furioso.
- Transmite -gritó-: soy un barco de guerra: corrijan ruta en 20 grados.
La respuesta fue simple: -
- Soy un faro.
El barco de guerra cambió de ruta."

Hay personas que pasan por la vida creyendo que los demás están a su servicio y no aceptan que se contradigan sus deseos. Lo mismo tenemos niños caprichosos; jóvenes irrespetuosos y temerarios o adultos prepotentes y arrogantes; la historia comienza cuando a los hijos desde pequeños los padres los han acostumbrado a cumplirles cuanto antojo tengan: golosinas, juguetes, programas de televisión a deshoras o con contenidos poco aptos para ellos, justificarlos cuando no hacen las tareas o reprueban -la culpa siempre la tiene el maestro-, o darles la razón en cuanto pleito con amigos o vecinos tengan, sin molestarse en indagar si a veces es el propio hijo el culpable del problema; y no se trata de que los quieran echar a perder, sino más bien porque por un amor mal entendido consideran que entre más cosas les den a sus hijos y más del "defiendan" de la maldad de los "otros", más les demuestran lo que los quieren, y además porque son papás un poco débiles, que no soportan un llanto o una rabieta de sus hijos, y se olvidan que a veces el educar implica esfuerzo, sacrificio, renuncias y cierta dosis de sufrimiento, porque aquellas virtudes que queremos inculcar -generosidad, respeto, responsabilidad, honestidad- han de irse forjando en la personalidad de los hijos como cuando se esculpe una estatua a golpes de cincel y martillo, o cuando se poda un rosal para que resista el invierno o para que nazcan de él nuevos brotes de flores.

Conforme van creciendo esos niños y se vuelven adolescente, si sólo han recibido de casa bienes materiales, permiso para hacer cuanto quieran y un ejemplo de que todo y todos se pueden comprar si les llega al precio, entonces tendremos jóvenes prepotentes que le faltan al respeto a los profesores, a sus compañeros y no sólo a otros padres sino a los propios, y es cuando los papas se preguntan ¿qué hemos hecho mal? si siempre le hemos demostrado que lo queremos...

Y es sólo entonces, cuando nos topamos con la cruda realidad de "un faro inamovible" - las consecuencias de maleducar a los hijos-, que nos vemos precisados a cambiar el rumbo en la educación.

Ojala y, si es nuestro caso como padres, nos topemos con ese faro mientras nuestros hijos son niños, porque los descalabros no pasarán de materias reprobadas o un ojo morado, pero si ese faro lo encontramos en la adolescencia y juventud los problemas crecerán -sin quitar nada de lo anterior- a proporciones de expulsión del colegio, drogas, delincuencia, cárcel o quizá muerte del hijo por sobredosis o por conducir en estado de ebriedad; y si el faro se presenta hasta la edad adulta, sumado a lo anterior habrá quizá despidos en el trabajo, divorcios, violencia intrafamiliar, infelicidad...

Ojala y todos encontremos aun marinero de segunda categoría que nos diga antes de colisionar: "corrige tu ruta en 20°".