Tambien, en un dia como hoy llegaba al mundo alguien bastante mas trágico que San Martín, se llamaba David Koresh y formaba parte de esa corte de los milagros que son los cultos de la gloriosa nación del norte. Este patético profeta llevo a la muerte a sus acólitos, llamados davidianos (54 adultos y 21 chicos) despues de un asalto de su iglesia por parte del FBI y la ATF.
Como no puede ser de otro modo es ese lejano país, se tejieron las mas inverosimiles conspiraciones dignas de tabloid de estación terminal.
Cierro este pequeño post con una frase del genial George Bernard Shaw, "el martirio es la única manera en la que un hombre puede hacerse famoso sin tener habilidad para nada". Triste que en su delirio se llevara la vida de 20 pibes. El había profetizado el fin del mundo, no le erró, le llego a él a los 35 años. Otra profecía de autocumplimiento.