lunes, agosto 26, 2013

AH, NO, CATÓLICOS SOMOS TODOS

Había un viejo cuento o anécdota que relataba que el general decía que peronistas eramos todos. Como dice Gorila Ateo por ahí, ahora parece que somos todos catolicos. Desde el mismisimo dia que el ilustre Bergoglio fue elegido papa, aparece en el aire de este glorioso pais una mezcla de bondad con incienso.
Súbitamente, descubrimos que estábamos rodeados de católicos de la primera hora, en realidad casi todos lo somos, por el bautismo. Y es que en total concordancia con Gorila, ser peronista y católico no es algo muy distante, siquiera muy diferente.
Es que este clima post Bergoglio ha desatado como siempre criticas y alabanzas, apóstoles y apostatas, críticos y adulones. Un claro ejemplo fueron las primeras declaraciones de las corte gubernamental, ese elenco de funcionarios sin cargo, pero con carga publica que de entrada se despacharon contra el cura de San Lorenzo con toda la artilleria verbal posible. Obviamente, cuando se dieron cuenta que el sínodo había elegido y no había cautelares que volvieran a fojas cero, comenzaron a deshojar rosarios de bendiciones.
En verdad, en este barrio poco interesan los asuntos clericales.
Al poco tiempo, Bergoglio resulto ser peronista, lo cual reafirma el postulado inicial de este suelto.
Vimos su imagen en todos lados, incluso junto a él.
Y es que ser peronista y católico camina por un mismo sendero. La idolatría, los santos populares, las fechas festivas, los martirios, las ascensiones al cielo patrio. Cuando un peronista muere, sube a un estado superior y obviamente metafísico, cercano a la beatificación.
No hemos notado, sin embargo, alguna manifestación publica de la tercer rama peronista catolica de Argentina, mezcla de colimba y catecismo,  los scouts católicos.
Esperamos una pronta reacción encabezada por los marplatenses, es que han pasado varios meses sin entronizaciones de ninguna clase.
¿Que pasa señores? ¿Está decayendo la fe? ¿ No es un mensaje que el nuevo pontifice sea argentino y de San Lorenzo?
Aprendamos a leer la historia.
Este no es el momento de los tibios.